jueves, 13 de septiembre de 2012

COMO NOS EQUIVOCAMOS


Sin  la presencia   de  Dios no  podemos  ser  transformados, el nos llena  esperando   convertirnos en portadores   de  su  santa  unción  a  donde  vayamos.
El derramo  su Espíritu  no para que  seamos santos  sino  para que lleguemos a hacerlo, sin la presencia  de Dios  es imposible  alcanzar la santidad.
Las personas  se equivocan cuando  se  creen perfecto y se ponen   como ejemplo  a los  demás, Dios  los  ungirá pero la vedad es otra, cuando revisamos  la biblia no  hay profeta  o apóstol  que  haya  sido perfecto y hoy seguramente no hay.
Pero hay  hombres y mujeres que  se  consagran  al señor, para  vivir  una transformación  a diario  como  el barro  en las  manos  del alfarero.

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