lunes, 14 de enero de 2013

No TE METAS EN Lo QUE NO TE IMPORTA!


No TE METAS EN Lo QUE NO TE IMPORTA!

Hace muchos años, me dirigía a mi casa en Chicago, cuando vi a un hombre que estaba
apoyado contra un farol. Me acerqué y poniéndole la mano en el hombro le dije: - ¿Es
usted cristiano?

Se puso furioso, me amenazó, y yo creía que me iba a pegar. Le dije: - Siento mucho si
le he ofendido, pero me parecía que yo le estaba haciendo una pregunta importante.

- ¡No se meta en lo que no le importa! - me dijo, rugiendo de ira.

- Es que sí me importa - le dije, al retirarme del 1ugar.

Unos tres meses más tarde, una mañana muy fría, poco después del amanecer, llamaron
a mi puerta.

- ¿Quién es? - pregunté antes de abrir.

Una voz desconocida me contestó: - He venido porque deseo ser cristiano.

Abrí la puerta, y con gran sorpresa vi que estaba allí el hombre que me había maldecido
porque le había esa noche junto al farol.

Me dijo: - Le ruego que me perdone. No he tenido paz desde esa noche. Sus palabras
me han perseguido desde entonces. Anoche no pude dormir, y resolví venir para que
usted orara conmigo.

Ese hombre aceptó a Cristo, y el momento mismo en que lo había hecho, preguntó: -
¿Qué puedo hacer para el Señor?
Enseñó en la escuela dominical hasta que estalló la guerra. Entró al ejército, y fue uno
de los primeros en morir, pero dejó un elocuente testimonio para Dios.

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