Te contare esta historia que nos puede enseñar mucho como alabar a Dios agradecido por la vida que él nos da.
Un hombre creyente hijo de Dios sembró una planta ornamental que daba en primavera unas hermosas flores en el porche de su casa, la planta crecía y comenzaba a dar flores el hombre al salir y entrar de su casa le decía a la planta alaba a Jehová, repitiéndoselo muchas veces ala día, y cada vez que el hombre declaraba la orden a la planta se multiplicaban alas hermosas flores mas y mas.
Si tu eres agradecido con Dios puede hacer lo mismo con tu manos, pies, bocas, con todo tu ser, alabando a Dios en cada momento de tu vida, en tiempos de tormenta, escases o alegría la frase es alaba a Jehová.
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