SANTO
POR DENTRO Y POR FUERA
No
se puede agradar a Dios cuando se vive un evangelio a media , acomodado a tu interés, costumbre , adaptado a la manera
en que vives, creyendo que así
el Señor
se complace con tus obras.
Como
cristiano te sientes orgulloso de conocer su voluntad, convencido que puedes
guiar a los ciegos, alumbrar en la oscuridad, que puedes instruir a los
ignorantes y orientar a los sencillos,
pues la ley te da la regla del conocimiento de la verdad.
En
Romanos 2: 21 al 24 dice: “Tú, pues, que
enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de
hurtar, ¿hurtas? Tú qué dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú
que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la
ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está
escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de
vosotros.”
El
creyente comprometido, el que se ha despojado de de todo pecado y ha sido lavado con la sangre
del cordero no es limpio solamente por
dentro, sino lo es también por
fuera, así podemos ser ejemplo, en
amar sinceramente a tu hermano,
aborrecer lo malo, respeto mutuo, servir
al Señor de todo corazón.
La
vida del creyente es alegre, vive en armonía, no paga mal por mal, siempre hace
lo bueno, vive en paz, solo con la presencia de Dios, la llenura del Espíritu
Santo podemos gozar de
sus frutos .Gálata 5 .22 ,26 dice:
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad,
fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Pero los
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. Si
vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu. No nos hagamos
vanagloriosos, irritándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.